Todos los caminos

El último de los filósofos medievales, estudiante de Tomás de Aquino, habla del estudio de ESSE, el ser sin escencia, o la escencialidad misma, y cómo en definitiva no hay una dualidad ni separatividad para teístas o no teístas. Sueño con una casa enrrevesada, intrincada con piezas y asistentes a clases varios, y sueño que llega una antigua amiga que me mira y me saluda y que ha salido de algún sueño anterior que en el sueño soy consciente de conocer y de haber soñado, con cenas familiares y murallas que se rompen y besos largos dados con fruición tal que acaban en el suelo. Descubro para este fin de año que la mayor obstrucción de estos escritos son mi falta de atención. En un espacio tan pequeño, en tan pocas palabras como estas, dejo que la conciencia vague por recuerdos y que no tenga ningún propósito por los escasos segundos que tiene de duración el espacio del ladrillo textual. Y si bien no habría dualidad entre la atención y la no-atención, entre la escritura y la post-escritura, surge la conciencia de lagunas y nébulas poblando mi imagen virtual escribida en estas palabras, y surge para develarme desatento y dormido, y en esta duermevela recupero el sueño y recuerdo mis vidas pasadas, mis vidas develadas.

mapa sin territorio

Hace años basándonos en un mapa de turistel planificamos una expedición que atravesara parques nacionales y pasos de cordillera llegando desde un lago a otro en una travesía inpensada que resultó un éxito de mosquitos zumbones y comida de preparación fácil para convertirse después en paseo en lancha y regreso al campamento base. Ciertamente mi memoria es pésima y ultra selectiva, sin duda recuerdo menos del diez porciento de las experiencias que he tenido en esta vida en este planeta, pero algunas son indelebles, y porsupuesto están teñidas de un color total que permea mi vida. Pienso que todos tenemos estas especies de hitos, que recordamos como frases, relatos, imágenes, olores, sonidos, temperaturas, emociones, y si podemos reunirlas y explicarlas hacemos una relación de nuestra historia o de lo que creemos que es la historia que nos ha tocado vivir, al menos ese es el marco referencial de lo que creemos ser. Pero ese marco, ese mapa, no es nosotros, es lo que creemos que nos vive y habita que sin embargo, si exploramos profundamente, no es así. En mi escaza experiencia como autoobservador del cuerpo he descubierto imágenes olvidadas que nacen de la pura atención a un micromovimiento o una tensión difuminada en dolor o imprecisión de una imágen corporal. Y ahí hay recuerdos, pero en este caso son fotos sin territorio, recuerdos puros y explosivos.

tan suave y tan dulce

música celta recuerdos de una historia de celos y trios entre bailarinas guardaparques y mochileras advenedizas que todavía ni nunca se cansan de viajar de los coteles de los aperitivos del sibaritismo de las noches porteñas de la cerveza helada que nos reclama en la canícula del estío y de los zapatos de boxeador mexicano que se irán fundiendo en las nieves saladas de los mares y de las cumbres martilladas por vientos vikingos... todo esto y más son cosas que nunca olvido como paulinho da viola y su camisa colorida o las cantantes candomberas imposibilitadas de cantar cansadas del punk rock deprimidas por cabinas telefónicas con voladores azulosos y de librerías plenas de impagables de tanta iniquidad y de tanto turista que da vuelta por el mundo posteando sus personalidades y sus fotos ahora en internet ya antes en el espacio sólido que nos comunicaba lo que necesitaba ser visto y oído y percibido por nuestros sentidos y nuestros cuerpos y mientras retuerzo y rebuzno y traspiro en esta vida de animal con cincuentamilaños apenas de evolución recelo de los vegetarianos y de los comecereales porque creo en el crudivorismo y en la ingesta sagrada de proteínas y ya está, préndanse las luces del cuerpo y extiéndanse sus redes de percepción ilimitadas.

medio ambiente

Investigar símbolos con curiosidad, mantenerse en los casos más insólitos y desesperados de dolor y sufrimiento. El sufrir permea toda la investigación pues coincide últimamente con el placer y el goze en el espectador. No hay otra cosa más allá del espectador que no involucre opuestos y grises de placer y dolor, gozo y sufrimiento. Conceptualizar esto como dicotomía implica una lógica sutilmente inteligente en la que existe un plan para nuestras acciones y un mapa en el cual podemos rastrear estas acciones con respecto al mundo. Si simplemente pensamos que no hay otra cosa que la experiencia directa de algo que es - en cuanto que algo que es como diría ari - tenemos que el espectador no está ahí, ni hay espectáculo, sólo el fenómeno que es innombrable o que puede ser dicho de infinitas maneras pero que decirlo de cualquier manera encuadra o compartimenta o - para algunos - sirve más para una confusión que para una clarificación. Y así, tenemos que lo que es, que es en nosotros y en todo y todos, es despierto y sin dobles. Fácil.
Pero lo relativamente diverso aquí es que algo así ya había sido repetido, y me pillo la cola con esto del samsara en el pensamiento consciente del pensamiento en el lenguaje... Divertido, verdaderamente.