Embarazo

De sueños raros, unas trifulkas con casimiro y flaco pérez de observador, una jornada de umdze donde abrir el altar fue un parto imposible de realizar a conformidad de los interesados y directores, una mañana de Yoyimbo Usagi, una tarde de colchonetas voladas y combos completos entre calores invernales que hacen temblar la imaginación con apocaliptísmos-eco-desastrozos, la hermana de la ex mujer de un amigo que alguna vez fue la mujer de mi hermano después de haber sido la de mi amigo y quien además se metió entre mis sueños risueña me cuentan se ha embarazado de una noble vida humana, qué maravilla, pienso, y pienso que pienso mucho al menos por la mañana en esa hora que viene justo antes de despertar de los últimos sueños disparatados y será por eso que se me dispara el incosciente porque ultimamente dormir no me cuesta nada de nada me concentr en respirar y pienso en mi y en los otros humanos como simples motas de polvo en este planeta azul todos intentando ser felices y en este mundo ancho y ajeno que no es ni un grano de arena entre los infinitos mundos y el polvo de estrellas, y así me duermo, contento cuando mi vida de ese día ha sido provechosa y este nacimiento humano se ha aprovechado

Los Rusos

o algo así como "carta a mi amigo en el DF". Por una razón ya antes desconocida y ahora un poco más crespa y querida, escucho Yucatán a GoGo. En realidad una sola y rara canción llamada "Los Rusos". El estribillo dice así: los rusos quieren invadir tenochtitlán, los mejicas, claro, no los van a dejar... y así va la canción. Después, sueño con Tolstoi desvelado anotando el número de desfiles a incluir en su próxima novela, en Chejov describiendo su muerte, en Solienitsyin y sus gulags tan queribles, en el Sacha Leguylev animado por Andreiev, en los cosacos de Gogol, en las infernales visiones flamencas y gitanas de Dostoievski, sueño con el Raputín de Hugo Pratt y con la siberia de Verne, con la ruseidad gringa de Asimov, pienso en mi amigo flaco y chico pero irreductible en el DF y en cuando vimos El acorazado Potemkin en el normandie una tarde y se escribió el mejor haikú en ruso jamás escrito sobre la muerte del querido Bakulinchuk -lo escribió él, lo robé yo para incluirlo en mi primer libro de poesía-; pienso en los bigotes de Bakunin, de Lenin, Stalin, Trotsky, tantas barbas, pareciera que todos los rusos -excepto Asimov, Verne y Yucatán a GoGo llevaran barbas en mis sueños, incluso mi amigo, y excepto también, Stravinsky, pero ese ruso alopésico vivía en California, como talvez todos los rusos lo quieran hacer. No conozco ningún ruso, talvez se llamará Piotr u Oleg, una antigua novia tuvo un ruso enamorado del que me contaba historias raras como que comía pan con manteca, tomaba agua ardiente doñihue -por ser barata y curar más, a ese le interesaba curarse, no beber- y relataba en macarrónico español de chile historias de cuando le sacó los dientes a su abuela de un columpiazo. Practiqué aikido un tiempo con el afinador de pianos ukraniano Maxim Solokov, que alcanzó a ser ciudadano de la URRSSSS y aprendió a afinar pianos y a practicar aikido en Moscú. Pero mi gran amigo Maxim -porque es bien grande, de casi dos metros- es de Ukrania, y ahora está casado en chile con otra ukraniana y tienen hijos chilenos. Por otro lado están los rusos que andan dando la vuelta al mundo con millones de dólares y compran equipos de fútbol, compañías, las altas y espiogadas modelos rusas y los rusos de la mafia que por alguna razón -ligada a Cronenberg y a los comics de Constantine- se me hacen rigiendo prostíbulos exclusivos al tiempo que tienen romances homosexuales mas que nada porque extrañan la patria, el hecho de vivir en el lugar que se me ocurre más extraterrestre de la tierra, allá en la estepa siberiana o en el medio de la extensión de tierra más vasta del planeta. Soñé con un vaquero calmuco que conocía heremitas budistas en altai, hace poco más de dos años vi a Vivan Mamonta, un curandero chamánico de por allá que según sus seguidores encendía luces cuando entraba a las salas. Lo siento, pero no sentí nada, me sigo figurando a Corto Maltés y a Rasputín entre Manchuria y Siberia pero bien al interior, mosqueado el uno e indiferente el otro, están en el país que abarca un sexto del territorio mundial, y vaya, es atravesado por trenes y culturas. Pero por mientras, escucho a los Yucatán que me confirman lo ajeno y ancho que es ese país para nosotros los isleños americanos

te voy a escribir el post mas lindo...

Huele, claro es, a declaración post romántica post ciber naútica y post. Por lo de post, simple. La mente del caballo loco se ha ido domando estos días, y las penas y pesares que guarda la petaquita tienen nombre y cabello que pasea por los parques berlineses en estos días... el olor de la papaya pelada, el sabor de las alcayota rayada, tantos recuerdos de un mes de cielos abiertos y de vorágines placenteras interminables, incesantes, incesadas, todos esos momentos están acá, no hay lluvia que se los lleve, las lágrimas bajo la helada atmósfera -tan helada que es mejor guardar la cerveza en el refrigerador- sólo recuerdan la confianza y el brillo de paseos junto al mar, delicias maridadas, risas cálidas con vista a la inmensa cordillera que guarda nuestro recuerdo. Soñé que estaba a tu lado y mirábamos la cordillera que habré de remontar estos días futuros, y cual steves zissoues nos preguntábamos mirando al tiburún-macizo-andino ¿crees que nos recuerde? y cómo no hacerlo, los anocheceres de sexo anal y las aplanadas calles porteñas donde las cosas se dicen por su nombre y se aguanta bajo el frio y el viento como agradeciendo las inclemencioas y los momentos justos, eso nos hace inolvidables. Pero sólo le puedo gritar esto a mi congoja cuando se me antoja que andamos medio nostálgicos y los recurdos borrosos se nos llenan de dudas, se me empañan las cámaras y miro tu perfil en una gata crespa que se escabulle rumbo a Rangoon o Helsinsky, quien sabe. Algunas cosas son hermosas por su insondabilidad.

martesidio

Pasa que pasan los días y los escribidores raudos, las lunas llenas crecientes o idas, completa y perfecta mengua de los frios los calores los destinos los planes los posibles los destinos todo titila ebulle implosiona eclosiona se hace uno y otro una y otra y otra vez hasta que los fanales de incontables perdulerías farfullerismos neológicos y rtecursos espaciales linguísticos filosóficos seudo espirituales religiosos o de cualquierotro tipo caen rectos y vacuos en una infinitud plena de significado e insignificancias como cuando uno le dice al amigo que algo es más complejo o más sutil pero entre medio se da cuenta de que nada de los que se diga podrá ser utilizado ni con paciencia ni con furia ni con ahínco ni desmezura se cae y no se cae la era de la enfermedad el momento cinéfilo o el momento por el momento que se vende en los cines que venden las mujeres veloces y que compramos todos más de alguna vez y ese momento que nunca apareció se va esfumando esfumado y entre que me parecía que gustaba el post por su hiperconección con sí mismo se salió un cliché que yo voy a entender y talvez alguien más que nunca lea esto... digamos que no siempre habría ni había hube ni hubo dirección ni direcctividad o directrices, sólo esto, de ve la sión (o ción-si-o-ó-Nn)?¿

Roma está en Italia

y está lejos, y acá hace frio. Pero basta de eufemismos llorosos, soy feliz porque me viste ortiz y porque los humanos tenemos la oportunidad de viajar, conocer, experimentar a la mente que puede conocer la mente... la situación debe resolverse al inmediato. Voy a salir por ahí ahora tras la aurora de la hora más serena, me encontraré con amigos, extrañaré el cálido abrazo de un cuerpo femenino y brindaré con ginebra por la continuidad y la inseparabilidad de todos los momentos de la existencia que es felicísima a su lado e incluso en la distancia, beberé por esta vida y brindaré para dejar de brindarme y retirar esta mi presencia del siglo y dedicarme inconcuso al estudio de lenguas altaícas-consonánticas -el kham, ladhaki, tibetano de la llanura central, mogul- y persistiré o persisto en esta unión y en este amor a todos los seres sin juicios y sin discriminación. Por mientras todo está sereno, grito hacia roma como lo hacía García-Lorca, él en exilio cabro desde NuevaYork; yo en la dedicación santiagina para la liberación de todos los seres del sufrimiento y las causas del sufrimiento; los dos desde la estética y la poesía ocupados en afianzarlos a todos sin excepción en la felicidad y las causas de la felicidad.