Tuesday, November 28, 2006

los reinos secretos

míticamente pensamos en reinos secretos que hasta hoy se revelan para lo elegidos, shambhala entre las cumbres del himalaya, el dorado en la amazonía, camelot en los mares del norte, ravenshwar en áfrica, la atlántida, en fin. más bien poético esto de los reinos perdidos o mágicamente ocultos, pero si han de ser poéticos deben estar habitados necesariamente por petas -al revés de una república platónica- y si místicos o mágicos por místicos o magos, y así; los reinos de poesía tienen un rey o en el caso de la república de las letras que sucedió en el chile del siglo 20, un triunvirato en el que cada tribuno quiere acabar con los otros dos para hacerse del poder, pablo de rohka contra pablo neruda que se llamaba nestalí o neftalí reyes y este contra vicente huidobro que era amigo de los pájaros y quería llamarse altazor quien no tenía muchos amigos pero sí un conocido y desconocido juan emar que en su familia le decían pilo o loco yáñes; esta república de letras la ordenaba más menos entre fiestas de disfraces y discursos exaltados un manuel guzmán que se había enamorado de rosalía del valle y quiso llamarse rosamel del valle y era celebrado por sus amigos homro, fenelón y los viejos salvador, manuel -rojas- braulio y augusto que no se llamaba así ni se apellidaba d´halmar aunque sí le conocímos como el hermano herrante, hermano de lucila godoy en lo de las letras y las poesías lindas, y amigo de pedro prado que se llamaba pedro y era amigo de gabriela mistral sabiendo secretamente que ella estaba enamortada de la medianoche, en fin, estos locos poetas en su república que brillaba iridiscente como una estrella hace millones de años mandaba luces al futuro en el tiempo y el profesor anguita descubría a esos locos que soñaban mangrágoras y barcos del desierto e investigaron para acabar con todos ellos con el viejo loco de nicanor que sentado en la parra sacaba cálculos y hacía poemas como quien juega sudoku al lado de su amigo lihn al que llamaban kiko cuando con alehjandro "jodo" atravesaban mamaparas y solares para seguir la línea recta del poema, línea dura que marcó los pasos con agua y niebla que trajo jorge tellier que en verdad se llamaba carlos gardel pero el no quería reconocerlo y se emborrachaba en bares de buena y malña muerte igual que oscar hahn que antes dela cirrosis y con la dictadura partió a mejores tierras pero acá quedaron los mejores simplemente por que eran lo que estaba y no podía ser de otra forma, dijieron las cosas quedas y codificadas pero abrumadoramente bien dichas, rodrigo lira en su bañera pensando en violeta y en todas las que nunca hubo de tener en sus brazos y juan luis que siempre quiso llamarse juandedios y ser amigo de pájaros y altazor aunque el tiempo y el olvido deja esta república atareada en sus tareas infintas, los poetas de este pais no duermen y en el día se sientan en plazas o en sus solitarios escritorios a escribir y en las noches van de bar en bar y de lectura en lectura infatigables. este lugar queda abierto para quien pueda encontrarlo en el mágico reino olvidado, no es para iluminados ni místicos, pero son bienvenidos músicos y mescenas

Friday, November 24, 2006

la ruta circular

antes un ciego escribió la fantasía mágica de quien se ocupa de la langua, una lengua mágica referida a lecturas del mundo como lugar de coincidencias y de contactos poéticos entre todas sus experiencias, pero la percepción nos enseñó la particularidad de la experiencia como nuestro territorio y el miedo y la ocupación cíclica de nuestros procesos acabaron por desterrar la posibilidad fantásmica de la coincidencia en una realización hipertextual, o sea, este círculo amplio y abierto que gira y gira sin llegar a ser espiral pero con la promesa arraigada de la permanencia; la demonizada virtualidad electrificada, la imposible comunicación sensual sentimental y real en esta irrealidad de ciclos y bits y pequeños pedazos de mundo. hace varios años algún aprendiz de mago debe haber preguntado a potentes oráculos o buscadores dónde se encuentra la información, y la respuesta, claro, es ac{a, en este mundo hipertextual, básico y binario que permite todo, que observa todo sin problemas, sin juicios, sin censuras ni censuradores; nos tememos en nuetra proximidad porque podemos tocarnos y acallarnos y exponernos demasiado la mayor parte del tiempo, nos alejamos y quedamente sentados frente a una pantalla revelamos octavos de nuetro ser para entrar de alguna forma en la ruta circular, y una vez dentro no sabemos detenernos, no podemos parar, gustamos de ser observados en parte, expuestos en comentarios, participar como anotadores en páginas construidas "comunitariamente" yt en este arraigo complejo y sesgado permitimos la aparición de todo lo que es nosotros, obnubilados por pantallas brillantes entonces creemos que ese constructo de lo que es es lo que somos, pero no tocamos nada, no damos nada y quedamos encerrados más y más profundamente en una luminosidad falsa y seductora. narcisos asomados a la luz, federicos abismados en precipicios binarios, no sabremos detenernos, pero esta vida, nuestra vidadevelada, no callará ni recibirá comentarios.

Thursday, November 23, 2006

Mis amigos los poetas

En algún momento pensé: ya no he de buscar más, para qué, acá está, esto es, nunca abandonaré esto, en fin, estuve contento, tuve todo lo que desee, tuve todo lo que necesité, era imposible verme sin ello, la poesía, la pasión, las noches insomnes de bohemia estudiando, fumando, bebiendo, hablando de literatura, leyendo directamente a la vida, asomado al abismo de la cultura y de las realizaciones de personajes notables de una cultura infinita, una cultura que además era capaz de observarse a sí misma, de abismarse y asombrarse de sus propias complejidades, fascinada con la profundidad de los pelos de su propio culo, como diría la famosa ilustradora de comics, kate misseire. Pero eso acabó, o más bien; nunca pasó. Me engañaba, con un componente de bondad y un componente de realidad. Los presocráticos, la Orestiada, La República, las poéticas, los tratados de la realidad como yo la veo, el mundo a mi pinta, por qué soy tan inteligente y cómo sé tanto; incluso mejor, e incluso anterior: las aventuras de tal tipo, un periquillo o un lazarillo, un buscón talvez, para que os sirva de ejemplo y se deleiten vuestras más profundas mangoñerías, las invenciones de mi mente fantástica y creativa, mi propio mundo privado plagado de hadas, duendes, inventos fantásticos para mi deleite (y el vuestro). Entre toda esta fanfarronería letrada aparecieron mis amigos los poetas. La poesía es, en esencia, toda la literatura. Claro que es una visión arraigada a las bases. La poesía, de poien, es componer, pero mejor y más profundamente, tejer, como una araña que arma una red, telaraña de indescifrable e intrincado trabajo. Componer entonces, es recrear el lazo de la eternidad de la mística hindú, y los poetas son como los cristales situados en cada uno de sus nudos y cada poeta refleja el brillo de los demás además de aquel brillo que emerge de la luz de toda la galaxia. Una lástima cuando los poetas compiten entre ellos en concursos o en sabidurías, en erudición o en recursos narrativos, un poeta verdadero simplemente es; como Blake o Góngora, habla de la vida y de la muerte, además un poeta no puede sólo ser poeta, su llamada es mucho más profunda, de una raiz mística, el poeta arranca del silencio las cualidades mágicas del ser y las refleja, el poeta teje una red para que el espíritu pueda deleitarse de su propia perfección e imperfección, coloca estratégica y precisamente las piezas del lenguaje para hacer que la mente baile regocijada en la sabiduría y en la tradición, el poeta produce sensaciones físicas con su poema, sensaciones de viajes alrededor del mundo como Pound o Elliot o Neruda; entrega a la mente al cuerpo y al espíritu el lugar ideal donde descansar en familiar acogida como Teillier o Chretien de Troyes, es quien despierta el viaje y el desasosiego en los espíritus jóvenes como Rimbaud, Baudelaire o Lihn, el poeta es el bufón que se rie de las convenciones y las subvierte al revelarlas como condiciones absurdas y finalmente autoimpuestas, el poeta presenta toda la realidad fantástica y desplegada como su propio invento, Huidobro, Martínez, Hui Nneg, Basho,. El poeta es el ebrio loco que perdió su vida en busca de la verdad, Li Po, Li Ra, mis amigos los poetas son personas, simples personas dedicadas profundamente a salvarnos a todos del tedio cotidiano, de mostrarnos lo fantástico y sagrado de la vida.
Por esto es notable el intento –hasta ahora fallido- iniciado en Platón, de expulsar a los poetas de la república perfecta. No deja de ser interesante ver que la poesía como composición natural de arañas, es imperfecta, imprecisa, jugetona. Mi amigo Gonzalo Rojas en su primer poemario impublicado –araña de rincón- se regocijaba de estar colgado y observar, cual viuda negra, los intentos fútiles de cualquier buena ama de casa, de sacar de su mundo ordenado y sacudido, la presencia amenazadora e insondable de la poesía. Esperemos que el plumero nunca llege hasta las ocultas esquinas donde transitan trasnochados, desasogados, desasosegados, ebrios, sonámbulos, bufos, mentirosos, incorruptibles, los poetas.

esaliz

Hoy sin saberlo comparte esa cualidad manifiesta única y simple por ser una cualidad genérica relativa a los valores y cómo estos se expresan en nuestra corporalidad. La realización de nuestras capacidades está en relación y guarda con nuestras posibilidades, las posibilidades, esto es, lo que somos, una invariante dependiente del tiempo situacional, nos determina, medianamente el clima y la germinación o cultivo que recibimos; nos pueden ralentizar o lanzar hacia esa posibilidad realizada de lo que somos, la realización y actualización, la manifestación ilimitada de nuestros logros y estados se encuentra gratificante y siempre ligado a la cantidad de otro. Medimos juntamos y separamos en razón de otro, no porque seamos fijados mirones egoístas agitadores viles envidiosos inseguros alardeadores o cualquier característica beligerante de una relación, cambiamos y progresamos conjuntamente, nos hablamos, nos cuidamos criamos nutrimos hacemos todo lo que hacemos no por nosotros sino por eso otro que es siempre la cuestión íntima, única, última. Vaya novedad, pero, qué si no hay otro, no podríamos haber nosotros, no seríamos, simplemente por la consecución de que otro surge de un príncipe, pero este primero tampoco es en cuanto tal. La consideración de eso que es sólo puede derivar en una observación irrefrendable del vacío inmenso que habitamos y llenamos creyendo o separados o únicos y últimos. Los mitos y las cuestiones varias danzan en esa cadencia poética de transcurso, de fuga, cadena sin fin. Cualquier modo de producción, lo que sea, será más productivo, vaya que sí, en la medida que su capacidad de circunvalidarse y observarse indefinidamente para encontrar que no posee ni centro ni caso ni objeto aparte de sí se realize. Hermosura, perfección, verdad de esto que no puede dejar de suceder pues sin su acaecimiento no habría instante para referirse al imposible primer principio; y qué podemos decir de un principio infinito sino cultivarlo y regocijarnos en su ocurrencia infinitamente generosa y omnipresente, llamémoslo y loésmolo pero no podremos tocarlo acá sino en las cualidades de sus segundos o continuidades discontinuas que se sienten o engañosamente creen separadas. Vaya, y esto y esto otro es más fascinante y lúdico si genérico, generativo e imperiosamente próximo, necesario, gratificante y hasta deseado o deseable. Lo deseado podrá expresarse farfulladamente en palabras de esta lengua en cartas de amor en ensayos de la prescencia de eros. Como hombre puedo llamarla mujer aunque en alguna instancia pueda fascinarme con otro que no sea otro género, puede fascinar y encaprichar esotro talvez más próximo ahora y antes también pues resulta más asible y cómodo relacionarse con quien creemos permanente ya que al permanecer volviéndose paisaje y mímica de ritual lo nublamos y asimilamos tanto que dejamos de identificarlo otro en todo momento para adquirirlo y comenzar a nutrirlo sin dudar de su cualidad beatífica y benéfica en cuanto es nosotros. Vaya que sí lo queremos cuando es nosotros, esto que es yo y que antes nos era ajeno nos ama como sólo nosotros podemos amarlo y nos identifica tanto que deja de ser ajeno ignoto amenazante.
Pero ella se veía otra hoy, cercana a la fuente, polluela potrilla potranca potra, lejana de sí, dejada de sí como sabiéndose escribida en un solo de saxo flauta, falta del humorismo lacónico, premunida de una ironía caústica, indagadora, me buscaba en los saludos y adioses, en correos, en su virtualidad tan ajena y llamativa, en un interés coqueto y atípico, haciendo de lo simpático y lo pleno una estadía natural y de este taciturno presente la mascarada imbécil de eso otro que no requiere más que sí, pues sí, no requiere más que un abandono constante y un olvido sistemático para abandonar y abarcar el todo, pero ella se veía otra hoy y no está bien que esto se conozca ni se publicite antes.

Sunday, November 12, 2006

vallejo en la mira

Un clásico profesor de filosofía del lenguaje jugó a ser dibujante en su calidad de doble, pero la identidad anterior a él le sobrevivirá en imaginaciones infantiles que desde este país quieren campeonar en las canchas y tener un equipo soñado, mientras que los ocupados en hermeneútica, etimología, lexicología, epistemología, y otras subdivisiones del amor se solidificarán oscuros a algún asiento académico desplegando botellas de cocacola y cigarros importados olvidándose con cada lustro y cada generación de encantados de los estudiosos que en algún momento también fueron niños fascinados con pirulete y guatón y chico y quisieron más grandes transmitir esa fantasía y pasión pero se fueron quedando en la silla medio alcoholizados o desengañados, autoexigentes consumiendo sus fantasías en un "mundo adulto" que los golpeó muy fuerte en la vida, yo no sé, creo que deben haber sentido algo así como el odio de dios y eso los llevó a querer matarlo y después medio jugando y aburridos porque ya le habíamos muerto mataron a federico y terminaron dormidos profundamente en la puerta del horno, o bien convertidos en fanáticos faranduleros y creativos de radio muy poco escuchada que celebraron algún asado farandulero mientras la madre de un chamán amigo se moría así tal cual como se mueren los monjes en los monasterios en china, a veces mientras meditan o ven llegar a su hijo barbilargo, desgarbado, de la mano de una chava y un niño muy empilado que ahora es como su hijito y se sienten abuelas o están a punto de iluminarse les viene una tensión profunda, se les derrama la vida que se escapa entre anestésicas visitas de amigos y parientes que deambulan medio perdidos entre la fiesta y el duelo y la misa y la hora de onces comiendo pan de aceituna viendo videos de squats jamaicanos siendo desalojados en londres o nueva york o en parís mientras llueve y César mira la ventana pensando en su madre y en su muerte y entierro en montmarte igual que antes pensó en su sexo, el de ella, claro, botón de dicha en sazón de acietes afrodisciacos y chocolatl, como el árbol-planta, el choco, y el agua, atl -caliente para infusión- que se pone en sus hojas y descubrimos una rica bebida energética mientras simplificado el corazón abrazamos y besamos al amigo tan mágico y bienvenido o abrazamos a la amada llorando y gritando de dicha y rabia y gozo y calentura y dolor y muchas otras cosas como que a veces el mundo no nos cabe acá aunque otras no lo escuchemos o viajemos en metro con cara de preocupación profunda atravesada en el cambio de andén y el encuentro nunca casual de una relectura muy británica de crimen y castigo que hiso el más norteamericano de los cómicos fomes, woody, como fedor o césar, tendrá su máscara mortuoria, nuestra amiga farándula su asado, los amantes la pequeña muerte tan ansiada que pergueñan a cada centímetro y empuje de la penetración cariñosa que se esfuerza en ser esa comunión total de los cuerpos como si los aceitosos amantes se transformaran en caracoles por el segundo largo del orgasmo y la pena del primitivo ante la muerte fuera distante de la nuestra cuando es la misma saudade que siente la espalda tensa y la piscola infinitao y la respiración divina,y otros, bueno, los otros, vaya a sabé qué piensan...

Thursday, November 09, 2006

William Wilson

con un suspiro... parece que aún respira... el espejo de la nariz no miente
La historia de un doble, el socio, el cuento de una trampa urdida por la misma presa, el doble… vaya ficción, bello rescate inglés del mito de Jano, el Sosías. Fascina el tema porque abisma, encanta, afiebra. Yo soy otro, como clamaba en el desierto Rimbaud, pero él no era otro, era simplemente ese deseo egoísta de trascendencia, el antiguo afán de doblarse y desdoblarse para acceder desde una fuente externa, una primera fuente, al uno. Quería desdoblarse para ser el observador y crítico perfecto de sí… observarse caminando, amarse y tocarse en donde más quería, ser invisible y posesionarse de sí siendo esencia destilada de sí. ¿cómo puedes leer Rimbaud en voz alta, en público? Los lectores de Arthur, los fanáticos del vate, no soportan el texto que lo contiene desdoblado, por lo menos no lo soportamos en algún momento, cuando eramos aprendices de mago. Nunca compartí ese afán trascendental, a mi me nacieron transcendido, me hicieron otro, me criaron como doble, y eventualmente usurpo y ocupo ese lugar del doble, caigo en la repetición, soy uno más de los rodrigo rodríguez, fernando fernández, gonzalo gonzalez, juan pérez… habría sido andrea andrade, jimena jiménez, juliana julio, en fin. No es que diga, dividiendo al mundo de las mujeres y de los hombres, ni el mundo ninguno, entiéndase, no es cuestión de género, ni de coser este, que habemos los dobles y los que anhelan serlo, habemos, habitamos, somos, ya, de muchas múltiples y diversas formas en el mundo, algunos dobles se desmarcan, se desdoblan y se hacen el otro de otros, algunos otros se hacen dobles, la disquisición podría continuar, en fin, empezó con Jano, Sosias, William Wilson, Jekill y Hide, Mr. Walter Davies, tantos, tantos, que sobrepuestos unos en otros, uno en todos, se entretejen con la vitalidad y el sueño, la ficción y lo real, lo vivido lo soñado, qué beligerante motín de unos y otros, que interminable periplo de letra sobre letra, ese doble es al tiempo el opuesto, el complemento, el paralelo, la posibilidad, la transformación, el terror, el abismo. Sin embargo, ese otro es nada más que el reflejo dinámico, la condición de constante surgir que posibilita a este que está acá. Sin uno no hay otro, y no hay uno, no está, es dúctil y transparente, no está porque, cómo podría estar, sin el uno ni el otro. En su cuento de los dos Borges, talvez en todos sus cuentos, obsesionado y perseguido por su mismidad envejecida y ciega Jorge Luis presiente su final, se ufana de eso que nunca escribirá, se hace otro para anticiparse a sus posibilidades, como en la ciencia ficción, el autor presagia un futuro distante y que al ser escrito, anticipado, se transforma, cambia, el otro en nosotros se vuelve vitalidad y deja su potencia para la lectura, se anticipa y nos anticipa pues el otro no es creado para el papel o el pasar de la vista, ni siquiera para el placer de la lectura, el doble se presenta en la página, se hace carne en la tinta y en la lengua simplemente porque es la lengua. Nuestro lenguaje es representación, metáfora, símil, y por supuesto, el doble es obsesión nacida junto al lenguaje. La división babélica no responde a una escisión en nuestros lenguajes ni modos de comprendernos, ya sabemos por el efecto Pentecostés que los códigos simplemente existen para un entendimiento técnicamente más fluido, el babel bíblico es un cuestionamiento del otro, la división y confusión corresponden al ocultamiento de nuestra propia creación doblada. Cuando hablamos ni mentimos ni enfatizamos, menos creamos la realidad, doblamos lo que sucede, representamos un teatro propio y exponemos nuestra visión, que es lo que podemos ver por nuestros códigos, al hablar exponemos nuestra mente que se habla en una lengua u otra, eso no es importante, pero cuando escribimos conferimos cuerpo a las manifestaciones de nosotros que están ahí, inmemorialmente habladas y existentes como presencias hereditarias. En este sentido el escritor es profeta, científico, mago, conjura con su tinta y sobre el papel a Dios, no es que él sea quien escribe, el escritor la mayor parte del tiempo es escrito por este doble que es la lengua, y quien sostenga una práctica verdadera lo sabe, sabe que lo dicho antes y lo que se dirá después están acá por imborrables, lo divino es la conjugación de la presencia indecible del verbo que fue creado para flotar sobre el mundo, para regocijarse en la observación y en la creación co-emergente de la realidad, para ayudar y asistir en la realización de las posibilidades de la realidad humana, el verbo, la mente, nunca surgieron, existían antes y nosotros las expresamos buenamente como mejor pudimos. Ya los místicos señalaron en incontables ocasiones la calidad de indecible de las verdaderas experiencias de comunión y comprensión de lo real, pero sí nos fue dado hablar y compartirnos para ordenarnos y unificarnos armónicamente… hasta que apareció la magia y se pudo escribir el mundo sobre el papel y varios valientes comenzaron a escribirlo, a contarlo, y algunos más osados se dieron cuenta que acá, en la página, habitaba no quien escribe sino que con él esa mente, esa lengua que lo habla y lo dobla, y algunos al asomarse al abismo enloquecieron y otros se fascinaron, interminablemente.

Osorno en el camino

Cuando en algún momento anduve por las tierras del sur haciendo dedo, intentando vivir la vida de Kerouac, me choqueó siempre el encontrar horrible la ciudad de Osorno. Esta percepción, por supuesto, estaba equivocada. Tres veces estuve de paso por ese lugar, una hermosa ciudad muy respirable, con una notable plaza de armas y una costanera algo difusa y oculta por construcciones señoriales clásicas en una manera bastante peculiar y propia. Con el tiempo descubrí que aquello que me golpeara como un ladrillo de hielo en el bajo vientre era un aire de capital y pueblo muy equilibrado, con desmesura de ambas cualidades en el reducido espacio de una ciudad con menos de un millón de habitantes. Osorno es maravillosa ciudad, completamente habitable, con distancias humanas, todavía. Se puede atravesar caminando la ciudad en menos de un día y disfrutar de todos sus claroscuros, el centro histórico con olor a humo de las innúmeras veces que esa ciudad fue quemada durante la guerra de Arauco, las poblaciones nuevas que miran la carretera, los suburbios con enormes parcelas de aristócratas o al menos de dueños de tierras con alguna fantasía de aristocracia. El asunto es que Osorno es una ciudad muy ciudad, por eso resultó chocante para mi búsqueda de pueblerismo, de ignorancia e insofisticación, no era lo que necesitaba en ese viaje, entonces los pueblos de la carretera austral o de la pampa eran lo idóneo, pueblos olvidados, donde pudiera sentirme como el primer y último turista.
Ahora despierto de este sueño de miserias y exotismo, de falsa sofisticación y búsqueda, aburrido, somnoliento. Me arrastro penosamente a contestar el teléfono y al momento de levantar el auricular me golpea como algo que siempre ha estado ahí, Osorno, sus capiteles, sus tiendas de comercio, acabo de volver de la ciudad en un viaje que pasó demasiado rápido, viaje en el que me acompañaron tres personajes de mi pasado no muy remoto, recorrimos las calles en bicicletas, en pequeños autos de karting, vestidos de osorninos nos metimos en festivales de rock y en discotecas de moda, estuvimos en catas de vino y quesos de la zona, nos bañamos en un río lanzándonos en arrojados piqueros desde un puente de ferrocarril, salimos a la carretera a hacer dedo para ir a cualquier parte y el único que nos llevó fue un huaso a caballo dejándonos apenas en el camping más cercano, a escasos pasos de la ciudad, anduvimos en micro y en taxis que allá es como tomar un colectivo, nos metimos en poblaciones a conversar con niños que traficaban licor y drogas duras, conseguimos marihuana recién cosechada en la parcela de un amigo de la abuela de uno de mis amigos y desde entonces todos fuimos amigos. Nos distanciamos por el tiempo, el calor, yo quería seguir viajando y los dejé luego de almorzar completos y bebidas en todos los puestos de la plaza de armas. Caminé hacia el norte hasta encontrar un viejo caserón amarillo donde me dejaron dormir y me dieron churrascas y café de higo para desayunar. Despierto tendí mi ropa en el patio trasero que daba a un río, ahí mismo me puse a bucear hasta que agotado pero contento contesté el teléfono, reconciliándome finalmente con Osorno y con mis viajes de entonces, con todos los pequeños pueblos, Chochenchi, Trewaler, Angasoloa, Venado Sordo, San Pasquín Justo del nuevo frente, en fin, con todos esos lugares a los que quise llegar y en los que finalmente siempre estuve.

Soñé que viajaba en avión con un hombre llamado John

En la ventana la humedad dibujó algunas figuras relacionadas con lo que se estaba hablando al otro lado de la puerta que aunque no se escuchaba y ella no sabría cómo repetirlo estaba claramente uniendo este momento en que se iba durmiendo plácida con el contento y el cansancio de final del día a los diálogos apagados de las dos personas que se movían en la sala disimulados malamente por el parloteo estático del televisor. El viento la fue trayendo cada vez más hacia las formas en la húmeda ventana, caras conocidas, formas como de nubes y luego de barcos, autos, perros, dragones, la imagen de un santo, la cara de la virgen, buda sentado. Esta imagen la perplejizó un tanto sobresaltándola e instalándola de lleno en el espacio del sueño, los recuerdos de la sala, de la ventana, del farol que alumbraba el árbol, de las ramas mecidas por el viento, de su momento de vida al final del día se fueron dispersando y estuvo sentada en un vagón, vestido de traje blanco, sombrero alón, un fino bigote que picaba algo sobre su labio superior. El vagón no estaba muy lleno y una dama se le acercó para pedirle fuego. El repiquetear del tren que pasaba las estaciones, miró por la ventana para ver dos lunas sobre un cartel que decía estación retiro, buscó en sus bolsillos el encendedor, el deseo de fumar lo sobresaltó y no pudo encontrar ni fósforos ni chispero, poniéndose de pie su abrigo largo y oscuro lo cubrió como si de repente se hubiera hecho de noche o si un eclipse lo pillara en medio de la calle sin linterna en medio de un día tropical. Cuando miró de nuevo por la ventana pudo ver a la mujer caminando apresurada hacia el sur y decidió seguirla pero un impulso lo llevó a cruzar la línea del tren y adentrarse en el barrio chino. En el salón de eventos un mayordomo alto y de monóculo le preguntó que clase de biblioteca le gustaría investigar esa noche, y aunque dubitativa entregó su abrigo de piel a las enguantadas manos del sirviente y caminó sin hacer ademán de responder a la mesa de centro donde otros invitados llenaban sus platos con manjares exquisitos que sin embargo no le parecieron nada suculentos. Una pareja vestida muy elegantemente de azul, el con muchas medallas y ella con una tiara discutían la manera ideal de preparar una cena
-insisto en que lo primero que debe elegirse es el vino, el vino determinará el éxito de la comida y por tanto de la fiesta, se sabe que a comensales satisfechos fiesta alegre y entretenida que se extiende pero no demasiado..
- es que tú siempre has sido muy interesado en el vino, una fiesta puede alegrarse de lo más bien con otro tipo de licores, una sidra, algún brebaje fuerte como aperitivo, he escuchado que en las indias suelen beber un destilado de uva mezclado con jugo de lima que llaman prisco o algo así; y eso no es todo, en otros lugares de esta indias orientales también se bebe un licor destilado de cierto cactus que al parecer produce visiones de lo más reveladoras a quienes lo ingieren…
-será como el absinte mujer, deja esas cosas para los fumaderos de opio o las fiestas de madamme tussad, esas esoterías nos devuelven a los tiempos primitivos de los misterios de eleuisis, si te interesa eso también podemos comprar pan holandés o preparar tortillas con setas de la primera lluvia de primavera, lo importante en una celebración está en la armonía y en la compostura, a la fiesta las mujeres se vienen a mostrar elegantes y los hombres caballeros
- pero aún así debes privilegiar la comida sobre el vino entonces, pues no quieres tener a la mitad de la nobleza ebria y bailando paso doble o algún vals, qué peor
sin lograr calificar de dónde ni cuándo era esta pareja extemporánea, prestando mayor atención a sus manos cuidadosamente enguantadas de azul, los observo transfigurarse en sendos corredores por los que algo le impelía a adentrarse, ahora debía elegir y caminando por ese que le parecía el menos oscuro poco a poco dejó de escuchar la música alegra de la fiesta y ya no se acordó de su abrigo ni de lo que se le había ocurrido al fijarse tan concienzudamente en las manos de la pareja.

Sunday, November 05, 2006

la noche en cuclillas

suena absurdamente similar al innombrable clásico, ya un amigo que por haber vivido años en el extranjero decía notar mejor las características de nuestra ciudad me señalaba con insistencia que era muy de cronopios y modelos armables y juegos infantiles esta metrópoli aunque yo la sigo encontrando indefensa, indefendible, desparramada, informe. debe ser que en la tarde cuando ya empezaba a caer el calor apareció un viejo conocido paseando en un motoneta muy orondo mientras con mi hermano ayudabamos los primeros pasos de su hijo y probando la moto no puedo negar que los bebes siempre me acercan a la muerte en un plano reflexivo, su fragilidad, su posibilidad, en fin, más tarde y con el bebé en buenas manos de abuela paseamos por una conferencia con c´coctel y expocisión de objeto-libros que recordaban desde su peruanidad al mejor vallejo pensador de sexos y claro, ahora yo pienso en su sexo que se meaba sobre mis poleras y un libro de jorge luis que le regalá hace tiempo, obediente de los dictados oníricos de un eneno maldito y cómo no lo voy a relacionar con la compra nocturna y enferiada de la novela de hugo correa los altísimos, cumbre de nuestra ciencia ficción donde las haya, y mientras molesta y meona la morena que minutos antes adorábame y juraba con su guata contra mi guata que yo era lo mejor que había pasado en sus periplos de pareja y que representaba para ella esa fantástica posibilidad de tocar lo inefable y lo mágico de la evolución humana ahora mosqueada por haberla descubierto infraganti en su acto mágico-escatológico me regaña y me llama ogro morado y preguntón y yo me volteo o hago como que me corro para recostado sobre una almohada descubrir un panfleto médico-propagandístico que llama encarecidamente al autocuidado y a la observación dietaria específica en mujeres embarazadas y en periodos de lactancia a loq eu yo aguzando la emoción los sentidos y el despertar furibundo exigo se me informe, no puede ser tanto el descuido, aunque esa noche más temprano ya me había sentido metalero por un día y hasta había alcanzado para lector y comentarista de cine y filosofía, filósofo de bar chileno metalero, claro, que aunque bien tenido escapa al ras de una suerte de denominación como antro o tugurio, cuestión que me devolvía a la moto y a la muerte y a la relación inmediata de los libros con la vida, cómo no, si los meaban y descubierto el agresor se refugia en una suerte de epidemia de embarazos fantasmas informados de manera privada por el ginecólogo volpi o bompián, entonces no puedo negar la correcta aseveración de mi amigo cuando defiende santiago como ciudad de famas y vueltas al día y últimos round, pero qué, si a mi me gustaría ver en eso de el gato que rasguñaba la puerta como adivinando que le iban a mear el zafutón donde su ama pone su cojin de meditación zen y donde el a veces duerme, pero yo diestramente le hice dar una vuelta, lo escondí en la cocina, me volví al dormitorio, me comentan que la preñez bien puede ser sicológica y yo entre confuso feliz enojado me quedo durmiendo y despieto con un sueño bastante parecido a un diálogo platónico que se enfoca en una pregunta que enfrazca a unos contertulios bien dispares y estos, claro, están en mi sueño, no tienen que ver con julio pero sí con el cine y desde este que todo se puede relacionar con sus collages, aunque este sea más norteamericanizado y suceda en un restorán tipicamente gringo como wendy`s o fryday`s pero que también es la parte de atrás de una limusina de lujo donde se sientan un primo baterista y roquero, una antigua compañera de educación básica que me encuentro sin querer exactamente cada cuatro años y el chofer de la limusina que parece un agente del fbi y están todos enfrascados en una conversación sobre qué pasa si una camioneta que pasa una luz roja atropella a un gordo y la respuesta del hombre de negro es sociopolítica pues responde que depende de la nacionalidad del goprdo, recordemos que un gordo en biafra o afganistán no alcanza a ser lo que es un gordo en mórbido en kentuky o utah, respuesta que obviamente implica preguntarse si una camioneta que se pasa un semáforo en rojo puede hacerlo para atropellar a un gordo, y pensemos que pueblos como cuncumen o tirjkir no tienen semáforos y antes de despertar pìenso que la pregunta analiza la validez de pasar una luz roja, la potencia de un conductor en camioneta y la idea de voltear, arrollar, pasar a llevar a una persona, sea gorda, hinchada o bien estéticamente inimportante, ya decía baudrillard que el obeso está negando su cuerpo, el que transgrede, para foucault, sólo puede ser transgresor en los extremos, nuevamente dados por la sociedad, sociedad que aisla a sus anormales y los prohíbe aceptándolos o los denosta al particularizarlos, en fin, mejor desperté entonces, no estaba para simposios la noche y ya era cerca del mediodía...

Friday, November 03, 2006

vidadevelada: October 2006

el comedor de caracoles
carne negra en las primeras generaciones que se alimentaron salvaje y destempladamente con hierbajos y pastizales erizando sus cachos y luciendo su androginia irredenta mientras los hijos domesticados habitaron húmedos espacios cubiertos de harina refinada y cáscaras de huevo machacada incluso calcificadoras semillas de sésamo en los días previos a la luna llena cuando las cubiertas oscuras dejaban traslucir los destellos calenturientos que acompañan mareas menorragias menarquías primaverales floreceres y deshinibidos vientos que desabrigan, desvelan, hormonizan, y esos pollos babosos criaron cuerpos largos y gordos blancuscos y casi transparentados cubiertos por una coraza pequeñita puesto que la necesidad de acarrear la casa no era tal ahora que habitaban la humedad artificial de aspersores y el tiempo exacto y científico de ciclos de luz mediada por temporizadores y las generaciones aumentaron y los hijos de los hijos eran más grandes y más blancos y más jugosos y más hambrientos pero esos cultivadores emprendedores no esitaron alimentarlos y multiplicarlos hasta un infinito jugosamente redituable para luego pesarlos por grupos de generaciones y procesarlos enlatándolos y comercializando la carne blanca y proteica que hará las delicias literarias y delicadas de este escribidor que viéndolos gruesos y alñimenticios los divide diestramente en tiritas para salterlos al ajillo y engullirlos gustoso, pinchando delicadamente esos cuerpos inevitablemente sexuales, dejando que esas protuberancias gordas que son al mismo tiempo el aparato reproductor y reptador se deshaga como en un beso largo e inmediado de mordiscos o mandíbulas en la lengua jugosa y ansiosa de sabores y promesas, y esta lengua que escribe a través de dedos com ventosas se regocija en aspirar y chupar dilecta los jugos y efluvios de sexos cultivados y cuidados con especial dedicación, con mesura y refinamiento, ah de los ígnaros que todavía se deleitan engullendo lomos o musculos de animales despropòrcionados e irreductibles, cuando esas bocas pordrian estar degustando delicias pequeñas y casi se diría que diseñadas por la naturaleza en conjunción con la técnica para calzar y caber y plenamente ocupar los espacios intertisciales que la salivación y la secreción energética del músculo lingual y la laringe dejan entre dientes y paladar, bocados regios que no requieren masticación ni sudor mandibular sino que se deshacen en perfecta comunión, en delicada y fulgente unión de sexos y lenguas y chupadas dilectas, ah, vaya ignorancia de quienes pueden decir pero se quedan desde acá para leer o prefieren sólo alimentarse sin gozar del ejercicio del paladear y del producir en conjunto con eso degustado elíxires renovadores de la energía, de la vida develada