rojo encendedor

Tiempo sin verme.
Me he perdido en los encendedore rojos, de color, que ahora están desaparecidos. en músicas afircanas que vienen de tiempos remotos. Algunos primos aprecieron... más tú, prescencia, sigues via en la inpestuosa libación de las noches. Sé que de a poco comienzo a vivir solitario y me resisto..., pero ya llega la hora cuando nos encontremos. Palabras extrañas que nos acercan, así como el tiempo que surge y llama, la llama de tu tiempo, ahora sí.

este hijo

bajaba corriendo una pendiente cuando cierta pasión, verdadero amor filial me embargo. Talvez fuera el momento, el lugar de tantas memorias y recorridos. Mi corazón se llenó de amor y mis ojos anegados en lágrimas empañaron la visión del momento de felicidad. El día transcurrió en descensos y al transcurso de la noche se sumaron sueños. Yo era el dalai lama en un momento de cambios y crisis, que no son sino oportunidades. Enfrentado al momento sucedió, simplemente, que no hubo nada más que comunicación, que mensaje y claridad no verbal ni categorizada. ¿cómo se comunicará con nosotros otra inteligencia más allá de los límites de la comprensión humana? para cerrar esta disgresión circular podemos pensar, siempre en términos de nuestra lmitada semiología humana, que otras inteligencias se están siempre comunicando con nosotros, y ese mensaje es de gozo, confianza, amor, en general y en particular de amor, sólo que intuitivamente lo podemos vivir y experienciar sólo en los términos de nuestras propias limitaciones y vivencias.

ansias

Cuando la temporada de alergias y expocisiones, entre días de votos, saco mi sarcasmo y me nutro de nada más que carbohidratos y luego de hacer así siento que lo único que más quiero es correr arrancarme huir, pirarme de estos lugares. Pero antes de esa anodina ansia de exhaustación surge el deseo de meterme, atornillarme de cabeza en alguna concha y morder tirar algún clítoris hasta que explote de jugos satisfechos y al mismo tiempo me voy llenando de ese deseo que no me deja y no se aparta y se me arrejunta el miedo y la gana y el asco y de apoco va liberándose por sí solo o por sí mismo el antídoto a este ahogo agobio a esta exhultación de la rabia de los sentidos y de la torpeza de la relación con la realidad. Sutilmente se vuelve a la simpleza de estar sin querer salirme de la experiencia, vuelvo a la conicencia sincrónica de que lo que tengo ahora es lo mejor que puedo tener, que nadie puede hacer mi vida por mí. Talvez por esta razón me niego a tapar con antialérgicos mi situación, porque ya hago demasiado al cubrirla con imaginería y ansia de traspasar el momento presente, porque sospecho con certeza unívoca de mí como creador, de mi mente como responsable de mis causas y condiciones y confío que la única manera de romper esta cadena de mal entendidos es la observación directa y valiente del que soy, que no es ni antes ni después, que tampoco es ahora pues si te fijas bien...

Huellas en el cielo

En la temprana tarde, que era avanzado el día, nubes como velos cubrieron al sol que derretía la nieve formando un arcoíris sobre nuestras cabezas. Descendimos en cinco minutos la altura que nos tomó más de 5 horas alcanzar y caminabamos por las huelas blandas en la nieve hacia el campamento. En la cumbre la visión de los valles encajonados y de lagunas cubiertas de hielo, los antiguos seraks del morado y antes, esa madrugada, zigzags en la pendiente de capas que cubiertas por el sol amenazaban rodados. Un paso y clavar la pica de hielo, otro paso, otro clavar, caminando a distancia cautelosa en pendientes ciegas, ascendiendo con el cuerpo pegado a la ladera y el equilibrio de la mente perdiéndose en el miedo y en la concentración del segundo que exige nuestras vidas a cada instante, un paso en falso es una avalancha que nos sepultará. La visión de las cumbres es impagable, los instantes de miedo y temblor también son impagables, el saber que habrimos una ruta imposible infla el pecho en las alturas y el miedo y la inmensidad de esa visión regulan esta mente pujante que crece con el silbido del viento con la marcha cadenciosa y segura cargada de vida. Sin límites para esta experiencia de no agresión y de inmensidad indescriptible.

primavera nueva

He cambiado para ser el mismo
En la cama, en vertical, entre las paredes entre las nieves
La nueva cara es el rostro de los patriarcas
si te lo encuentras no dudes
destrúyelo
la duda es una cara del miedo
dudas con varias caras de locura pereza arrogancia razón
hoy mi hermano filoso payador
ayer la desaparición del tiempoy del espacio
y la eterna caída en los brazos de la zebra
con piel de tigre con sexo dulce como té de roibos
y el eterno caminar del mañana
en la lesión de lectura del hoy

Rencuentros, requiebros, retruécanos, recaídas, resolanas, rrrrr

De peque, y por infinitas pifias de fábrica o fallas, sumado al amor honesto y directo de los anteriores que me convocaron y entre los que elegí nacer, visité a un fonoaudiólogo, joven profesional, por mi imposibilidad de producir la R. Hoy sé que cuando no hacemos un sonido, cuando somos incapaces de prodcucirlo es debido a nuestra previa imposibilidad para escucharlo. Bueno, ya puestos, entonces yo era "llello", no decía la R, hablaba como los chinitos, caricaturisados: aloz, lobot, lamón, todo un problema. Incluso algunos adultos ignorantes se mofaban de mí. El fonoaudiólogo me puso a subir y bajar escaleras del edificio donde tenía su consulta, en las torres de tajamar, haciendo BRRR primero, luego rrrrrrrrrrrr, escuchando mis erres en el eco de las escaleras eternas y oscuras de esas viejas torres. El tiempo trajo nuevas conciencias de mis falencias como hablante, dislexias, disgrafias, afasias, sorderas, y encima terminé trabajando como profesor o payaso de lenguaje. Paradojas o escollos de autosuperación. Pues lo que soy no está mal, para nada. Al contrario, está como está y es así como es y como es es perfecto. Todavía no puedo escuchar las consonantes obliteradas del Hang´ual coreano ni las "phf" o "hjgh" del etrusco, aunque no me podría importar menos. El lenguaje, el espacio, siempre es brillante e incondicional.

murmullos besos distancias

Puede que el amor a distancia sea una de las fantasías más preciosas que atesoraremos siempre. Hoy escribirse con el deseo es fácil e inmediato, hoy mis palabras le acarician omnipresentes más allá de la temporalidad del mensajero y del medio de viaje, gritan y zuzurran murmullos de indecibles y fantasiosas jornadas entre sábanas y cocteles. Allá en las distancias nuestros dedos se acarician acariciando teclados y asienten en la disolución virtual de estas palabras enviadas a un medio inteligentemente intangible. Como en ese allá, estos amores de sombras y promesas, de fotos e informaciones que encuentran las presas y perseguidores brillan o titilan al mismo tiempo para muchos o para nadie. Como decía el señor de Aquitania, Tout es Rien. Y sin embargo, nos dejamos de fijar en los que hacen o crean o inventan esta fantasía, si dejamos de pensar en la distancia y en el tiempo, en la bilocación de los lugares, tenemos que dos voces y que dos cuerpos y que dos amantes que son sólo uno se hacen cada vez más uno, y se aman y se buscan y no dejan nunca de tocarse como ahora yo le estoy moldeando y recreo su cuerpo de luces con sólo pensar en ella y dejo que me llame y acercamos nuestros labios y nos besamos eternamente y cuando toco con mi mano esta tierra este lugar de teclas le recorro de cuerpo entero. Aquí la veo, silueta maravillosa, amada, eterna e increada. Sólo este amor incondicionado que surge a cada segundo.

desmesura

Desde donde el todo, lugar sin principio ni fin, sin lugar ni no lugar, increado e incondicional, desde ese lugar surgen, aparecen, se manifiestan, infinitas multitudes de fenómenos, de experiencias, de vidas. Ese lugar es también el observador prístino y siempre claro que sabe y que atestigua sin juzgar. Conectado a ese lugar sin mácula no por haberla limpiado sino por no haberla tenido nunca se realiza la experiencia de que escencialmente todo está bien, que ultimamente los errores y aciertos tienen el mismo sabor, que danzar o cocinar, lavarse el pelo o los dientes no son distintos, que el tú y el yo somos en este instante la desmesura de lo posible y de lo imposible, que podemos volar y sabernos completos sin temor, con seguridad en nuestra certeza vital de estar haciendo lo correcto, no acelerar, no quedarse, sino permitir que el universo nos acoja, abrirnos al universo, hacernos a un lado para que entre aire fresco, para repirar el aliento vital. Practicar esta desmesura de la confianza y del esfuerzo correcto en el presente sin las esperanzas que surgen de la ignorancia la agresión o la pasión, vibrar o titilar con confianza en ese instante doloroso y efímero es la epifanía que nunca acaba de lo incondicionado y fundamental, de la bondadosa dicha que se manifiesta en la vida.

cockring

Su belleza no me deja dormir. Soy su ferviente idólatra pero no puedo acariciar con mi lengua el lóbulo de su oreja porque está a miles de kilómetros de donde estoy... ¿o talvez no? ahora que escribo, y antes, su voz en el teléfono, ayer, hoy, mañana, su olor en mi cama, su cuerpo dibujado en mis manos, los zuzurroz de su respiración en mi espalda, el olor de su cuello. Ella siempre está conmigo, nunca nos hemos separado, y no dudo en decir cuánto le amo, más que los infinitos granos de arena de la duna mas grande que pueda ver desde su ventana. El amor es efímero y epifánico, que nuestras vidas se cruzaran es una fortuna y una casualidad infinitas que ya había sucedido y volverá a suceder tantas veces como hayan universos contenidos en cada átomo. Nada surge, nada pasa, y tú sigues igual. Nada surge, nada pasa, y yo, amada, sigo acá, igual. Este es un mundo plagado de fenómenos como sombras, un lugar donde la felicidad es un holograma, donde el ahora nos es imposible y somos patrones energéticos deambulando caoticamente. No somos distintos pues no somos dos ni somos uno ni no somos ni somos sin ser. Y todas estas palabras que escribo sólo para tí son para tocarte y gritar en tu oído lo mucho que te necesito como una llamarada de vida sobre mi pecho, y sentir tus muslos de agua en mi boca sedienta.

la danza de la bruma del alma del mundo

Claro que suena un poco demasiado. Pero la vida es así, desmesurada, los afectos y los momentos de goze o dolor son decomedidos, nos tienen en pie de sopetón y en trance sin dilación. Las palabras sirven para decodificar ideas, pero qué más decir además de la hermosura del viento rozando las copas de los árboles, la felicidad simple de la raiz de los pinos, de un plato con tallarines y un bello bebedor como un hermano a mi lado, una mujer guapa que entibie mi cama y comparta el espacio cálido del sueño aunque sólo un instante. Soy eterna y completamente feliz en el instante de una foto, en el clic de un tecleo, en la completitud incierta de una sola frase. Eternamente feliz y eternamente dichoso en el cansancio de los días y en la eternidad de lo impermanente. Cantamos las mejores versiones jamás olvidadas de canciones imperdibles, reproducimos hasta el hartazgo de la tradición y acosamos la simpleza y la inocencia de los más jóvenes y de los mayores que se duermen entre tortas cafés y juegos de adivinanza. El futuro sólo puede deparar felicidad y bienestar, la naturaleza del corazón de amor eterno está en todas partes, entre el dedo chico de tu pie y en la contractura de tu pecho, en las llamadas a horas de amorosa madrugada que interminablemente deseo se hagan indelebles en nuestra historia.

15 cms de leche de tigre

un poema para las noches dobles

Feliz abandonarse su memoria en mis manos de madrugada
Cuantos la amaran antes más ella misma moldeado instante
y claro doloso la felicidad de su presencia
voz cuerpo prescencia
engranajes perfectos
pregunta
sospechosamente inocente
qué es lo que más gusto de mí, de ella...
y vaya cómo habré sonreido si hasta ahora me fascina la infinita respuesta
palabras que me introducen en sí
sin tocamientos
Todavía no leo el final del cuento

memoria en mis manos

Podría empezar por citar algunos versos de Lorca en su romancero, pero hablar de potras nacaradas sólo puede abocarme al amor y al sueño imposible de noches gozosas y eternas, noches que se alargan como días, que empiezan con desayunos de leche de tigre y terminan con cenas de vodka y sudor a las horas de desayunar. Cuerpos estremeciéndose en largas horas y momentos de permisivo placer, indulgir la ausencia de orgasmos y dilatar el acabar para no hablar de fantásticas pasiones, de amaneceres largos, de días bebiendo vino y cuellos y orejas en ese lugar imperceptible que está entre los cabellos perfumados y el olor glorioso y autentico del sexo, las frituras, el vino, el tabaco y la danza. Nuestros únicos y complicados metabolismos se habrán buscado antes y nuestros sistemas nerviosos se habrán reconocido en momentos que como todos sabemos tienden hacia la muerte, y aunque todos conocemos nuestra enfermedad preferible no hacerle mucho caso y vivir ahora felices en esta cueva de años eternos y en esta queja infructuosa de la consciencia, el silencio, el hacerse el huevón, como decía con ojos en las lágrimas el casi pero siempre tercero. Sorprendido y dichoso, balbuceante y tumefacto ante las largas, ante el sí, el no, el talvez de mi regreso, ante la posible llamada que es sólo llamarse a uno mismo una y otra vez quedó este comentario en el apoyarse inocente al timbre y en el abandono.

certecitud

de un ahora más claro, de un presente más vívido, de un voto por la realidad tal y como es sin discriminación, de una conciencia y apertura feliz sin mella ni mácula por lo pasado. y por un cuento que transcurra en la magia del aquí y del ahora sin la necesidad sobre exaltada de la seducción ni de la inteligencia, sin el deseo desesperado de amor y la necesidad absorbente de atención y sólo la pasión del vivir, del ser libre ultimamente en la energía vital, de poder escuchar simple y receptivo sin juzgar ni clasificar, cuantificar o cualificar. y ete acá el cuento. de una persona que pasea los días guitarra al hombro, y su pelo crece y luego va cayendo y sus habilidades cambian y los momentos felices se suceden tras las locuras y los ratos de infelicidad y desconexión, se vuelve vegetariano, ecológico, deportivista, intelectual, investigador, carnívoro, meditante, protestante, religioso, exitoso, trabajador, pareja, esposo, padre, amante, infiel, engañado, sufre, hace sufrir, come duerme caga, a ratos con mucha claridad y atención, otras veces sin siquiera darse cuenta, viaja, va y vuelve, empieza, termina, hace infinitas cosas que se deshacen como palabras en el aire, como gotas de lluvia cayendo al piso, como burbujas de jabón en la primavera...

la locura del poeta

Sera por una cuestión de autoridad, post depresión bedórrica o ese animalejo criticón que se esconde entre sus magras carnes de envidia y tinta que a ratos le baja lo lúbrico y lo dictador; su visión se vuelve la de su obra y se pone sobreportector, cierra los sentidos y las percepciones a los otros y se olvida que cuando busca bajo y entre las faldas femeninas en realidad lo que busca es el campo unificado de la indiferenciasión, de la desidentificación y del gozo y descanzo en la impermanencia o inmaterialidad del Yo tan grande y taaan estandarte que llevamos todos a cada vuelta de la esquina a cada ida o venida de la botillería a por cigarros a por cerveza a por sombreros. después de todo el es un incomprendido, como todos, un incomprensible. y yo no debiera nisiquiera estar esnifando estas rayas es sólo que exijo una explicación antes del plop... ya le dije en un mail a su contraparte, no no no, ya no nos oye... menos hablar de leernos, de vernos o siquiera de aproximarse a esta vida otra. esta vi da de ve la da

verdrevitta

Reunidos en una reunión con pocos escuchas y muchos partícipes caigamos en la cuenta de qué puede pasar. Siempre que estemos vivos y mantenidos más o menos despiertos por el momento. pasa tanto que pasa que no pasa nada. Ya sé que tiendo a balbucear sílabas o lógicas dobles inconducentes y que a veces resulta de lo mejor cuidar el habla de rodeos y demases, pero esos solipsismos entiéndanme, son para entenderme y para que nazca o se manifieste el tiempo estático del presente de la creación donde me suelto y me convierto en una puerta de entrada o conducto hacia todas las literaturas que me atraviesan, conectado o enchufado así a la vida y a la tinta estos devaneos vienen y van, devienen desde los textos del chöd y el togal concebidos hace miles de años en mesetas nevadas hacia los días de sol y nubes de plath o carver y las aulas con luz artificial de eco y los trenes y los funerales y esos textos me pueblan y me hablan a veces mudos a ratos aventureros o fabulosos como me gustan, y esos momentos largos de infancia donde la felicidad se encapsulaba entre sábanas tibias y página tras página de perros lobos y expediciones imposibles y paisajes nunca suficientemente descriptos y adjetivos felices y fiestas toros soldados muertes maravillas circos teatros los 10000 seres al cuadrado

Catarina

Desde alguna altura sabré mejor cómo ver el valle. Desde alguna altura se producirá un cambio en mi manera de mirar y de posar la vista, ver sin mirar o mirar sin ver, oir sin escuchar, escuchar sin oir. movimiento sin avanze, espiral plano que fluctua.
Así aparecen los ciclos y lo cíclico de mi cinismo, pienso que talvez me religue a un modo de vida vertiginoso y amable porque después de todo es como soy sin mayores aspavientos ni mejores o peores espectivas de cualidad de la experiencia. crítico y ácido, enjuiciador y autocastigador por un lado, amigo y relajado, amable y atento por el reverso de la hoja... caminar con soltura en el filo, permitir que los perros ladren, ver que se avecina la lluvia y decirme, vamos, déjala que caiga, si finalmente la respuesta en todas partes, sólo debes estar dispuesto a verla, ni preparado ni exijido, solamente abierto. soy el hijo de reyes y soy un rey en mí misma mismidad, un rey que partió a un viaje a los confines de su propia mente con algunos mensajeros que inexorablemente dejarán de volver, un enfermo que sano ingresó a un consultorio a morir a esta vida

memoriales ahora yo

Supongo que ahora me toca entre tanto desorden dar cuenta de mí mismo. Pero eso ya lo vengo haciendo desde el año de la oveja Yin de Tierra. Bueno, más o menos. Con certeza desde que comenzó este diario-bitácora. ni fotos ni nada más que mi discurso que me habla ininterrumpido por cierta necesidad necia de apropiación - aproximación a lo real, a la práctica que lo engendra le da sustancia y lo convierte en arte en la medida que no es ni práctico ni real. nacido de una cruza mítica entre aguila-minotauro y princesa-doméstica en los bajos de lousiana, donde los lagartos se ven bronceados, alimentado por ensaladas de pulke, bebiendo muday y puré cajún el bayou, elvis y dylan mecieron mis óganos internos con rockanroll además del ron, el pisco, el aguardiente de doñihue y la mala sangre envidiosa y artística me fueron distanciando de esa crianza experimental y perpetradora hasta convertirme en nun verdadero desastre. pero los autos chocados se refaccionan de a poco y así voy, chikibumchikbumbombum

el águila-minotauro

Padre es fanático de nada excepto de escuchar sus propias disquicisiones sobre cómo el pasado determinará su futuro glorioso, humilde y católico. Acostumbrado a desacatar haciendo lo mínimo y aceptable nunca se desarrolló hasta sus límites, nunca conoció otros límites más allá de bobalicones imposibles que él mismo se impuso de acuerdo a su dolor y su miedo. Católico fervoroso pero displicente teme tanto al diablo como a perder su capacidad de libre pensamiento, un libre pensamiento escabechado y adormecido por años de acomedidas celebraciones. Recuerda sus infinitos amorios antes de casarse y sus filtreos con la inteligencia en la juventud, tiene ciertos ídolos humanos que para su tranquilidad y placidez están muertos o viven muy lejos, por lo que puede glorificarlos y admirarlos a destajo pero con los que sinembargo no se lleva muy bien. Tiene esta fantasía de hacer como el águila y añora alcanzar rápidamente la tercera edad para poder irse a la punta de un cerro y arrancarse las garras y el pico para esperar que vuelvan a crecer y revivir con una nueva juventud; aunque a lo largo de la vida se ha comportado cual minotauro, cuidando un laberinto que él mismo creó con fantasias y castillos de burbujas, en donde encerró a sus hijos entre mentiras e ilusiones para devorarlos de a poco y culposamente transformarlos en buenos y sabios minotauros como él mismo, un laberinto en el que endiosa a su mujer como a su ama que en el fondo es prisionera. Como todos los minotauros es medio ciego y no escucha más que las amenazas y los ataques, sólo tiene oídos para la agresión y la guerra santa

la princesa y el troll

Madre siempre pensó en sí como un princesa cercana a blanca nieves. Debía trabajar y soportar una vida que no le era completamente feliz porque un hado o alguna revelación divina le entregaría en recompensa a sus trabajos un príncipe azul y una vida soñada. Incluso una vez encontrado o talvez engañada voluntariamente por un hombre común se conformó con una vida de trabajos y sudores, con ser madre y mujer trabajadora porque pensó que ese hombre en algún momento habría de transformarse en el príncipe azul de la promesa. Como pasaba el tiempo y nada pasaba dejó de ansiar y se encerró en lo que sabía, en lo que había aprendido y en lo que podía hacer todavía, siempre ansiando, deseando de manera inconformista algo distinto, una salida que aunque estaba presente en cada día y en cada esquina se volvió esquiva. Entonces el castillo de su propia insatisfacción y fantasía creció a su alrededor, su cuerpo es una manifestación de ese castillo, fofo y sin límites, con algunas fallas estructurales, sus sentidos se volvieron las barreras que la separan del mundo, adormecidos o fallos, y su hombre en vez de hacerse príncipe se fue achicando, enfermando, dejó de ser un hombre y se convirtió en un servicial troll, que reaccione de manera memorística a sus caprichos, caprichos que ya no le satisfacen y de los que no está muy segura. El troll es a un mismo tiempo su sirviente y su carcelero, el padre de sus hijos y el que le impide transformarse en una loba que deja atrás el castillo y es libre en las praderas.

siempre fueron dos

dividiendo un jueguete plástico quedaron dos mitades distintas, dos nuevos jugetes, únicos y congruentes. ni siquiera la tecno construcción a gran escala de estas mitades plásticas hechas en china pueden ocultar que dos son uno y que esa unión está siempre actualizada en el puente celesta, chuchuma atravesando los siete chackras, ying y yang, macro y micro cosmos. siempre fueron uno, y nuestra ruina -si es que a este error o lapsus patriarcal jerárquico puede llamársele ruina frente a la infinita historia del kosmos - talvez sea el creer que como mitades podemos, primero, alterar nuestras otras mitades sin cambiarnos nosotros, y segundo, que por ser productos seriales infinitos o innumerables hasta lo ridículo podemos proceder de igual manera en nuestra búsqueda de la otra mitad. entonces nos lanzamos a un caos a medias tintas de buscar sin encontrar sin muchas ganas de encontrar sin real intención de buscar, obnubilados por la pasión, por el deseo, por emociones que nos parecen individuales pero que sin embargo son complementarias o son simplemente impermanentes, sin sustancia. si somos co-emergentes, vivimos en dependencia de otros fenómenos, si nuestras ideas y vidas no son nuestras ni tan solo vividas, buscamos una gota de valorización en la imposibilidad de cuadrarnos con mitades de jugetes plásticos de otra serie. pero nuestra mitad está por ahí, perdida, lejana, en manos de algún niño cruel con esa crueldad que sólo los niños pueden tener con los jugetes medio rotos, medio funcion

y por qué no un porno?

ultimamente nada existe. como vivimos en este sueño o ilusión es simplemente mágico. así que me pase al noble bando de los comediantes y comenzé contando chistes en una especie de actuación. al día siguiente estaba meditando solo, esa noche era luna llena. ahora comienza la pretemporada, leo los moralistas castellanos, pienso que me estoy recuperando y que tengo que hacer un poco de todo pero principalmente aumentar el curso de la felicidad en todas las cosas. se puede ser feliz con poco, es cierto, y talvez se puede ser más feliz siempre. como nada es tan sólido porque ultimamente nada existe es exhuberante pensar que una alegría comprenda en su naturaleza tristeza y dolor. más bien así, este cuerpo está creado para el placer, su función primordial es aquella de dar placer, y ya embarcados en la aventura de la experiencia humana a gozar, ale

siete lunas después

Ha pasado la temporada de los dons, los espíritus obstructores, buscando limpiarme me he despojado de mujeres y amigos, esta bítacora continúa sin comentarios y si no llego yo nada ni nadie la altera. Bien. Hoy por encargo he recordado a mi amigo Carles, hace pocos días esperé a Godot asomado al abismo de esta concepción moribunda y dolorosa. Muchas palabras nublan cualquier potencia. Si estas letras han de tener posibilidades de despertarme, sanarme, si este lenguaje originado de la ingesta del fruto prohibido, del rizoma, alguna vez sirve para la transformación, dejemos que este antídoto sea liberado lentamente pues ya existe antes de ahora.

inspi-rratio

Los últimos días de luna llena que fueron los primeros días de llena luna este año traen algo así como una nostalgia de lo que viene y una sensación, ahora, de tareas y trabajos que se avecinan. Y al contrario, o a contrario sensu, como decía germán pinto pery en esa muletilla tan delicada propia de académico, estos días ocurren como los últimos y no los primeros, siendo como son los últimos días del calendario lunar y siendo como es esta la penúltima lunación del año del jabalí de fuego, tíbet astrológico mediante, o el año del chancho para aquellos legos más gruesos y amigos del pan pan y del vino, por lo mismo enemigos de los eufemismos. Y pareciera ser que esa palabrita viene a cristalizar la sensación del día y de estos últimos días, Viento y agua por montón, viajes rápidos como fotografías y sentimientos claros pero indiscernibles o inaprhensibles como el agua, cristalina, pura, siempre filtrándose en una piscina. Algo de solidez y soledad en estas noches cuando la visión enorme de la luna mengua en el firmamento y en las mañanas cuando vientos tibios me hacen sentir lejos del siroco veneciano. Harris propone a Lecter como un "mostro" atemporal e inclasificable capaz de interpretar las variaciones de clavecín de bach de gloldberg y de repetir de memoria la visión del florencia desde la piazza veccia, y personalmente me soslayo en la posibilidad propia del dibujo y la interpretación musical aunque prefiero visiones más arraigadas al inconsciente para su reproducción y excursiones más libres para su interpretación. Una cosa parece que no se relaciona con la otra, si esto que vivimos es caos prefiero no ser ordenador.

últimos momentos del año

Esta bitácora se escribe con vida propia y porque además decidí que no podía dejar pasar la vida tan solitaria e inopinadamente. Hace un par de semanas empezó lo que entiendo resulta el verdadero fin de año, los días largos de calor veraniego que preceden a los años nuevos chino, tibetano, hindú. Años nuevos mucho mayores que el juliano-gregoriano que en el mejor de los caos tiene ínfulas de judeo-cristiano. Pero también con estos principios-fines llega el momento de la intrepidez verdadera, momento de mirar la vorágine de lo que pasó e hice a lo largo de un año lleno de infinitas posibilidades, opciones y decisiones. Este es, para mí, el momento de la exégesis y del darme cuenta al recuperar conscientemente qué es lo hecho, lo ganado y lo perdido. Puedo empezar desde atrás, cuando en estos últimos días estoy en proceso de quererme y de lamer algunas heridas pero sabedor que de las últimas batallas salí más ganador que otra cosa. Entonces recuerdo las batallas, el dolor del desconocimiento y la claridad del cambio y descubro que aprendí algunas cosas que no volveré a repetir. Antes de ese dolor y desconocimiento estaba el gran amor y el plan perfecto, por lo que en retrospectiva puedo saber por habrelo experimentado que no existe un plan perfecto y que una de las mejores experiencias es la de la impermanencia, la de ser un refugiado, y que dentro de cualquier torbellino lo mejor es amar, amar, amar. Ya antes estuvo la conciencia de ser todos los monstros y ángeles que rondan mi cabeza, y antes, la convicción de cuán necesario resulta un camino. En fin, pienso que este año me entregé a ser un buscador, un "develador" de la vida, y pienso que me consolidé en este camino de-velador para descubrir su amplitud y su integralidad, descubrir que cualquier búsqueda es verdadera si integra y acoge todo de manera ámplia y humilde, sin aspavientos, con amorosidad y presencia.

estoy llamándome

Una noche perdí el teléfono. Fue como perder nada más que la información de ciertos teléfonos y fechas con fotos, pero lo mejor fue que gane un espacio de tiempo. Ahora si alguien me quiere ubicar tiene que pasar por programar una reunión. En ese sentido prefiero ser lento y no necesitar apresurarme. Muchas veces veo gente hablándole a sus celulares medio locos y tratando de que el mundo vaya más rápido. Nunca llego a trasado pues me comprometo existiendo desde este lugar donde el tiempose ha amortiguado, el lugar sin celular en que habito es ámplio, sin urgencias, cuando estoy con alguien estoy ahí plenamente puesno necesito estar pendiente del celular. Si a Roland Barthes le molestaba el teléfono fijo, me imagino que decidió morir atropellado casi voluntariamente para no tener que presenciar la degeneración definitiva de la comunicación en la vorágine dela inmediatez, los medis intrusivos y la propaganda predictiva llevada a cabo por internte y sus diseñadores, esbirros bien intencionados del capitalismo depredadro, pero esbirros al fin y al cabo. Los defensores del celular insistirán que se puede ser auténtico, presente, que es una tremenda herramienta. Y sí, no me pondré a discutir sus bondades porque las tiene, pero perdí mi celular el sábado, y a pesar de que contenía el teléfono foto y dirección web de una hermosa mujer dispuesta a empeñar su tiempo conmigo no me arrepiento, soy feliz y lo digo al viento, le perdí, logré perderlo. del todo.

cosas buenas y travesuras

Ha pasado un año y desde aquella tarde no la he vuelto a ver. Mi mujer no dormía conmigo y una sensación de angustía cubría todo el mundo. Nunca dejará de maravillarme que como humanos nuestras emociones y sentimientos sean tan dependientes de alguien, de otro. La dependencia emocional hacia mi mujer y el sentirme un cornud, más bien tener la certeza y claridad de que eso estaba pasando, me llevaron a buscar solaz en la botella de whiskey. Pero mi amigo preparaba otro plan satánico, nos dejamos llevar hacia la noche, y en una caminata donde relaté aventuras de antiguos amores y magos contemporáneos pienso que ese ángel se prendó de mí. Y como las emociones exhudaban de nuestras pieles bailamos y nos besamos y escondimos en la bruma de sillones y lloramos pronósticando olvido y abuso, tomamos un taxi y en una plaza le confesé amarla como amo al mundo a los árboles a todos los seres y ella insistió en atravesar hasta mi cama y quedarse jugando el viejo juego hasta que amaneció y sólo el recuerdo de su labio en mi cuello quedó para contarlo